Quizás una de las peores cosas que nos hacemos a nosotros mismos,
es creer ciegamente en lo que los demás perciben acerca de nosotros,
en sus juicios, en sus críticas y señalamientos,
y lo peor de todo, llegar a sentir que tienen razón.
Creerles ciegamente, sobre todo cuando sus juicios
nos señalan y fustigan sin piedad, sin la menor disposición ni esfuerzo
por escucharnos, por saber y conocernos en profundidad.
Sólo observa como pretenden decirte e imponerte lo que eres y quien eres,
reflejando sobre ti sus frustraciones, sus mezquindades,
su falta de paz y de Fé, sus temores, sus inseguridades
y su particular visión de la vida, del mundo y de los demás.
Discierne! por favor, observa y discierne!
y no tomes y creas ciegamente todo lo que te llega de afuera,
venga de quien venga, sí, exactamente,
venga de quien venga...
Al final, es potestad de cada quien elegir qué creer,
qué es verdad y qué es mentira, qué tomar y qué dejar,
qué pensar y qué experiencia tener,
y vivir según eso...
Lina Cristiano
Psicoterapeuta y Coach de Vida
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