No juzgar significa renunciar a tejer historias, elucubraciones,
suposiciones y dramas entorno a algo, a otras personas ó circunstancias.
El juicio es una imposición mental y emocional que le hacemos a lo que ES.
No juzgar significa dejar de pretender imponer lo que hay allí
y PRESENCIAR incondicionalmente el AHORA.
Desapegarse de todo juicio como una fabricación personal
siempre trae consigo frescura, libertad, un descubrimiento, una novedad...
también nos aporta fluidez, ecuanimidad, equilibrio, armonía, paz...
La pureza, completitud y claridad de la PRESENCIA
experimentándose a sí misma.
Lina Cristiano
Psicoterapeuta y Coach de Vida
Gerencia para la Vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario