miércoles, 15 de enero de 2014

La analogía del puente...


Un puente te permite cruzar un río, y una vez has llegado al otro lado, 
no se lo agradeces al puente, te olvidas del puente, 
tu único interés era estar del otro lado. 
Ni siquiera te acuerdas, ni te fijas que fue el puente quien te lo permitió, 
así razona el ego, su foco de atención está únicamente en satisfacerse a sí mimo, 
sus ilusiones y pretensiones egoístas....
el ego no conoce de humildad, mucho menos de gratitud y apreciación, 
por eso le gusta camuflarse, en el fondo sabe muy bien que sin apoyo no es nada, 
no es nadie...y esa es su perdición...

 Lina Cristiano



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