Causa y Síntomas…..Por Lina
Cristiano
Un síntoma es un alerta, es una solicitud de atención, no
obstante, y en general, lejos de remitirnos a la causa que lo provoca, lo que hacemos es
buscar la manera de acallarlo.
Si me duele la cabeza, ó el estómago, paso por alto lo que
lo pueda estar causando, me tomo una pastilla, porque lo que quiero es que el
síntoma desaparezca, y rápido!!!. Tomarse la pastilla para dormir para mitigar
el insomnio, tomarse el calmante ó el
antidepresivo para mitigar la depresión ó los ataques de pánico.
Una pastilla, ofrece la ilusión de que te sentirás mejor, pero
con el tiempo, inevitablemente los síntomas vuelven a aparecer, ¿porqué? Porque la
causa sigue ahí, produciéndolos, y lo seguirá haciendo, hasta que se le preste
la atención que solicita.
Una analogía respecto a la “pastilla”, que
figurativamente puede tomar muchas formas metafórticamente hablando, es cuando
tienes una gotera en tu casa, y lo que haces es ponerte a secar la gota con un
pañito, ¿qué va a ocurrir? La gota continuará, y llegará el momento en el que
la gota se convierta en un chorro!!! ¿Porqué? Porque lo único que hice fue lidiar
con el síntoma, mientras la causa continuaba llamando la atención, y nos
negamos a ofrecérsela.
Nos movemos en direcciones equivocadas, ineficientes,
mientras insistimos en deshacernos de los síntomas, y cuanto más pronto mejor
por supuesto, mientras la causa continúa siendo ignorada.
El punto es, ¿estamos dispuestos a dejar de
desgastarnos engañándonos con la ilusión de que si trato con el síntoma, el
asunto se va a resolver ó va a desaparecer?
En lo que a nosotros respecta, identificar la
causa y remitirnos ella, sea quizás el camino más evadido, más ignorado y menos
transitado, por lo que implica y exige. Ignorar que se ignora, es lo que impide que nos remitamos a la causa, nos mantiene arando en el mar con los síntomas, y es un tremendo
obstáculo para dar en el clavo con lo que en efecto ocurre, e impulsarnos en nuestro progreso personal.
En general, lo último que nos pasa por la
cabeza es que la causa está en mi, que el síntoma es sólo una consecuencia, un
derivado, que procede de mi, surge de mi, y que el inconsciente se está
comunicando conmigo poniéndose en evidencia a través de ese síntoma. Lo que vemos
manifestado es sólo un reflejo, un reflejo que algo que no está a la vista, que no es tan obvio como un síntoma, y que el síntoma nos lo está delatando.
Así que, tomarse la tarea de explorar de qué se
trata, remitirnos a la causa, es lo que en efecto nos evitaría que el síntoma tenga que saltarnos
en la cara una y otra vez, hasta que finalmente le prestemos la atención necesaria, a la CAUSA.
Lina Cristiano
Psicoterapeuta y Coach de Vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario