lunes, 21 de octubre de 2013

En la actualidad, vivimos en un mundo...Por Lina Cristiano


En la actualidad, vivimos en un mundo en el que lo único que podría salvarnos de devorarnos unos a otros, es tener una visión trascendente de sí mismos y de la vida, cultivar y afianzar los valores humanos fundamentales en la cotidianidad, y lograr una perspectiva holística de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea. La trascendencia y su ejercicio se ha vuelto una necesidad imperativa para sobrevivir sana y pacíficamente a todo nivel. Eso es lo único que podría salvarnos de dejarnos arrastrar por la ingente cantidad de tentaciones e información a la que estamos expuestos, por un sistema que sustenta y apoya la depredación, los anti-valores, que nos obliga a ser razonable e inteligentemente más selectivos en cuanto a aquello que permitimos se inserte y adhiera a nosotros y nuestra vida.
Es una época en la que el conocimiento es auténtico poder únicamente en la medida en que seamos nosotros quienes canalicemos y dirijamos en qué términos, y bajo cuáles premisas y principios lo ejerceremos, para que en efecto, esté al servicio del más elevado y genuino progreso y evolución humanos.
Es una época en la que el ejercicio de la voluntad y la disciplina cobran una importancia vital para no dejarse abrumar por la infinidad de opciones que sin duda, exigen de un criterio razonable, humano y maduro que nos mantenga a salvo de irnos por el despeñadero sin que ni siquiera nos demos cuenta de ello.
Es una época en la que estar al mando de sí mismo es un desafío momento a momento, una época en la que es más tentador que nunca aturdirse y  desviarse en el camino.
Es una época donde la pobreza más lacerante es la del vacío y la miseria espiritual, donde sólo una visión holística y espiritual podría rescatarnos de tanta falsedad, superficialidad, manipulación y mentiras en las que hemos creído y adoptado ciegamente, por inconsciencia, por ignorancia, y cuyas consecuencias están más que a la vista, para el que tenga el coraje de admitirlo, de darse cuenta de ello, y sobre todo, de hacer algo digno y loable al respecto.
Es una época que nos desafía más que nunca antes en la historia de la humanidad, a ser minuciosamente selectivos en cuanto a aquello a lo que le otorgamos poder y le dedicamos nuestra atención y tiempo, y en la que el nivel de esa selectividad, puede marcar una diferencia radical en nosotros mismos, en nuestra vida, y en nuestro entorno no sólo inmediato sino a nivel global.

Lina Cristiano
Psicoterapeuta y Coach de Vida

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