Cómo nos hemos dejado convencer por las entusiastas promesas de la inmediatez de resultados.
Todo aquel que ofrezca procedimientos rápidos y resultados inmediatos, logra atrapar la atención de incautos, perezosos e ingenuos, que sólo buscan lo que sea fácil y rápido, mientras se imponen la idea de que están haciendo al menos alguna cosa, para solventar su superficial entendimiento de lo que tienen entre manos. Su autoengaño les ofrece la panacea de solventar sin mayores esfuerzos, y tras una corta espera, que la ofrecida promesa se cumpla, para que luego, cuando sin duda les resulte un fraude, tengan a quien echarle la culpa de su propia estupidez.
Lina Cristiano
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